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De Jabad. 
La Mitzvá de Nombrar un Rey Judío La Mitzvá de Nombrar un Rey Judío
El midrash dice
Después de establecerse en la Tierra, el pueblo judío debe cumplir con tres mitzvot:
1. Nombrar a un rey judío, el que será designado por el profeta de D-s y por elSanhedrín.
2. Destruir a Amalek.
3. Construir el Beit Hamikdash.
Cuando el profeta Shmuel envejeció, los judíos se acercaron a él y le pidieron, "Tú has envejecido y tus hijos no siguen tus costumbres. Danos un rey para que nos juzgue como todas las naciones".
Shmuel se sintió extremadamente agraviado por el pedido y le rezó a Hashem. D-s confirmó que los judíos habían errado y sin embargo, le dijo, "Satisface su pedido. No te han rechazado a tí sino a Mí".
Shmuel explicó al pueblo que el rey tendría derecho a un impuesto del 10% de su producción y animales, que contrataría a quien deseara para que le sirva y que impondría otras cargas también.
Sin embargo, el pueblo insistió. Por orden de D-s, Shmuel ungió al primer rey judío, Shaul ben Kish.
Surge la pregunta ¿Por que Shmuel y Hashem consideraban el pedido del pueblo como algo malo cuando la Torá ordena la designación de un rey judío?
Puede haber varias respuestas a esta pregunta:
1. Su pedido era prematuro. Mientras Shmuel viviera, D-s
realizaría milagros evidentes ante Bnei Israel. Solicitar otro líder
durante la vida de Shmuel constituyó un rechazo a la forma de vida
sobrenatural que disfrutaban.
2. El pedido del pueblo no estaba destinado a cumplir con la
mitzvá, sino que surgía de un deseo de ser gobernados en forma similar al de las naciones gentiles que los rodeaban.
Hasta los tiempos de Shmuel, los Peüshtim, vecinos de los judíos, fueron gobernados por nobles. Sin embargo, durante el período que coincidía con el gobierno de Shmuel comenzaron a nombrar reyes. Por ello, al pedir por un rey, los judíos estaban en realidad imitando a los Pelishtim y a los demás gentiles; no tuvieron en cuenta el mandamiento de la Torá.
3. De acuerdo con la opinión de nuestros Sabios, solamente los ignorantes entre los judíos solicitaron con intenciones pecaminosas, mientras que los Ancianos solicitaron un rey únicamente con el propósito de cumplir la mitzvá. El enojo de Shmuel iba dirigido hacia quienes tenían motivaciones poco meritorias.
¿Cuál es el verdadero rol de un monarca judío?
Su función es la de conducir la nación, fortificar y elevar la Torá para que el pueblo judío se rija totalmente por la halajá; difundir la rectitud y la justicia en el mundo; someter al malvado; iniciar las guerras de Hashem y juzgar al pueblo judío. Deberá mantener su posición leshem shamaim - cumpliendo con todas sus funciones en nombre de Hashem.
Para que el rey no utilice en forma errónea su elevado cargo para su engrandecimiento personal, la Torá lo limita con tres prohibiciones:
1. No debe poseer caballos innecesarios.
2. No deberá casarse con más mujeres que el número prescripto.
3. No deberá amasar más riquezas de lo necesario para
mantener a su ejército.
4. Además, está obligado a escribir un libro de la Torá para sí.
5. Deberá leer partes del Libro Deuarim en una asamblea
nacional cada siete años.
Ahora profundizaremos acerca de las mitzvot especiales del rey:
1. Un rey no puede poseer caballos innecesarios. Cuando los reyes gentiles viajaban, solían desfilar con un gran número de caballos a fin de impresionar al público.
La Torá le permite a un rey judío conservar únicamente aquellos caballos necesarios para su carruaje y para su ejército. Le está prohibido poseer cualquier caballo adicional para pompa y exhibición.
Una razón fundamental para esta prohibición es la necesidad de cuidar al rey de la arrogancia que conduce hacia el alejamiento del Todopoderoso.
La Torá adelanta otra razón para la prohibición: En tiempos de antaño la cría de caballos se desarrollaba principalmente en Egipto, de donde se exportaban a otros países. La Torá prohíbe al judío vivir en Egipto. Por ello, si a un gobernante judío se le da libertad para que compre tantos caballos como desee, inconscientemente provocaría que los agentes viajaran frecuentemente y se establecieran en Egipto, violando de esta forma el precepto.
Cuando David derrotó al rey de Tzová, Hadadezer y capturó a miles de caballos mutiló a todos menos a unos cuatrocientos, los que necesitaba para sus carruajes.
David no mató a los caballos, pues la Torá prohíbe la destrucción innecesaria. En su lugar, los incapacitó para que galoparan así evitaría la prohibición de la Torá de adquirir caballos en forma excesiva.
Sin embargo, el Rey Shlomó, violó la prohibición como contaremos más adelante.
2. El Rey no deberá casarse con más esposas que el número establecido.
Los reyes gentiles de antaño solían poseer grandes harenes, pero un rey judío tenía prohibido casarse con más de dieciocho esposas 'para que su corazón no se desvíe'. Su función es la de gobernar la comunidad conforme a las leyes de la Torá y no perder el tiempo dando rienda suelta a placeres físicos.
¿Por qué D-s nos ocultó las razones de las mitzvot – por ejemplo, el por qué de usar shaatnez (una mezcla en prendas de lana y lino) o comer carne de ciertos animales?
Una respuesta es que el conocimiento de la razón de una mitzvá provocaría que la gente la violara, brindando la excusa que la misma no es aplicable en determinadas circunstancias o tiempos.
Una prueba valedera es Shlomó, el hombre más sabio, quien no cumplió con tres mitzvot cuyas razones la Torá reveló.
Aunque dice, "El rey no puede acumular esposas", "Shlomó tuvo setecientas esposas y trescientas concubinas" (Melajim I 11:13), Asimismo, si bien el rey tiene prohibido poseer muchos caballos, "Shlomó tuvo 40.000 establos de caballos" (ibid. 5:6). Y Shlomó también transgredió la prohibición de acumular oro y plata.
¿Cómo pudo Shlomó atreverse a transgredir estos mandamientos?
A cada una de estas mitzvot la Torá le atribuye una razón: "por si su corazón se aleja de Hashem". La sabiduría en Torá que poseía Shlomó era tan inmensa y su corazón tan puro que se sintió seguro de que ningún exceso de esposas alejaría su corazón de Hashem.
Shlomó declaró, "Tengo la suficiente fortaleza para transitar todos los senderos sin pecar". Consideró que sus actos eran permisibles y, quizás, obligatorios.
Cuando Shlomó transgredió estas prohibiciones de la Torá, la letra Iud de la palabra "el rey no debe tomar demasiadas" voló ante el Trono Celestial (algunos dicen que el Libro Devarim, en el cual se enumeran las mitzvot del rey) y se quejó: "Shlomó me desarraigó por transgredir las prohibiciones de acumular esposas, caballos y riquezas. Ahora ha anulado estas mitzvot. Quizás, eventualmente descarte toda la Tora.
Luego vislumbraron un fuego que surgía del Santo de los Santos en el Beit Hamikdash (que les recordaba el gran mérito de Shlomó al haber construido el Beit Hamikdash y causado que la Shejiná se posara sobre Klal Israel), pero no le prestaron atención.
Una Voz Celestial proclamó, "Shlomó construyó el Beit Hamikdash antes de construir su propio palacio y completó el Beit Hamikdash en siete años, mientras que demoró trece con su propia residencia".
Igualmente, los Hombres de la Gran Asamblea creían que Shlomó no estaba destinado a tener una porción en el Mundo por Venir, porque el mérito de cumplir con las mitzvot no lo exime a uno del castigo por sus pecados.
Finalmente, la Voz Celestial censuró a los jajamim, "¿Ustedes están encargados de decidir la recompensa para los tzadikim en Olam Haba?" Solo entonces desistieron.
En efecto, una transgresión de la Torá daña todas las generaciones futuras. Este punto queda destacado con la historia del matrimonio de Shlomó con la hija del Faraón:
Shlomó demoró su matrimonio con la hija del Faraón hasta haber completado la construcción del Beit Hamikdash.
En efecto, la noche de la inauguración del Beit Hamikdash fue su noche de bodas. Su casamiento fue tan alegre y feliz que las festividades superaron el regocijo del Beit Hamikdash recientemente construido.
Entonces D-s decidió destruir Ierushalaim, como dice (Irmeiahu 32:31), "Y esta ciudad ha sido para Mi una provocación de Mi ira y de Mi cólera desde el día en que la construyeron".
Durante los siete años que duró la construcción del Beit Hamikdash, Shlomó se abstuvo de tomar vino a fin de no distraerse de su tarea, pero esa noche la hija del Faraón le sirvió vino y él tomó.
Ella también encargó una orquesta con mil instrumentos musicales para que tocaran para él y recién después le reveló que los instrumentos habían sido utilizados para prácticas de idolatría.
La hija del Faraón lo engañó aun más: Colgó sobre su cama una cortina, sobre la cual había engarzado un arreglo de gemas brillantes que se asemejaban a las estrellas.
Cuando Shlomó levantaba la mirada desde su cama para ver si había amanecido veía "las estrellas" y volvía a dormirse. Lo que ocurrió después fue que los kohanim lo esperaron en vano para ofrecer el sacrificio matinal tamid, ya que las llaves del Beit Hamikdash estaban bajo la almohada de Shlomó (donde las guardaba para demostrar su interés en la avodá del Beit Hamikdash aun durante su casamiento).
Nadie se atrevía a interrumpir el sueño del rey y los kohanim y el pueblo estaban muy molestos. Shlomó durmió hasta que el sol se reflejó muy fuerte, entonces su madre (Bat-Sheva, a quien se le informó de los hechos) finalmente ingresó a la habitación y lo reprendió muy seriamente.
Durante la noche del casamiento de Shlomó con la hija del Faraón, el ángel Gabriel descendió al océano y plantó una pequeña caña en el fondo del mar. La arena y las rocas se acumularon a su alrededor, hasta que creció para formar los fundamentos de Roma.
¿Qué lección nos dejan nuestros Sabios?
En la búsqueda de la razón por la cual D-s destruyó el Beit Hamikdash y sumió a la nación judía en las profundidades del sufrimiento y la desesperación, nuestros Sabios detectaron la raíz del hacho hace muchos siglos, cuando Shlomó se casó con la hija del Faraón. Ierushalaim había sido una ciudad de kedushá, pero ahora "se plantó una pequeña caña" - el ietzer hará había echado sus raíces en la ciudad. Eventualmente, la hija del Faraón y las otras esposas extranjeras de Shlomó practicaron la idolatría en Eretz Israel. Cuando la idolatría se extendió, "la arena y las rocas (las transgresiones) se acumularon alrededor de la caña". Esto condujo a D-s a causar el auge del poder de Roma (los gentiles) y destruir Ierushalaim.
El ángel Gabriel fue designado para "plantar la caña" porque representa justicia, el Atributo que exigía el castigo.
Por ende, vemos que la transgresión de una prohibición de la Torá produce un daño impredecible a todas las generaciones futuras.
3. El Rey no puede acumular riquezas
La Torá prohíbe que un rey judío amase riquezas para gratificar su codicia de dinero. Puede acumular plata y oro para beneficio y seguridad del país, pero no para su placer o gloria personal.
4. El Rey debe escribir un Sefer Torá para sí
Es una mitzvá que cada hombre judío escriba un Sefer Tora (rollo de la Tora) para sí.
Asimismo, un Rey judío estaba obligado a tener un segundo Sefer Torá escrito, que la Torá le ordena llevar y estudiar dondequiera que fuera (mientras que el otro Sefer Torá se guardaba en su tesoro).
Los reyes judíos solían tener un Sefer Torá en miniatura que colocaban sobre su brazo derecho, para que los acompañara constantemente - si estaban en el palacio, cabalgando en el exterior, sentados en un juicio o lejos en guerra.
Cuan gloriosa la imagen del rey judío de antaño: un Sefer Torá colocado sobre su brazo derecho, tefilín atados sobre su izquierdo y tefilín coronando su cabeza. (En aquellos tiempos los judíos usaban sus tefilin todo el día). Para el mundo exterior el rey judío representaba, sin duda, a un sirviente de D-s.
¿Por qué D-s ordena al rey llevar un Sefer Torá consigo?
"Y ella estará con él, y leerá en él (rollo) todos los días de su vida; para que aprenda a venerar a Hashem, su D-s, para cuidar todas las palabras de esta Torá y estas leyes para cumplirlas. Para que no se enaltezca su corazón por encima de sus hermanos y para que no se aparte de la Ordenanza, ni a derecha ni a izquierda" (Devarim 17:19-20).
El versículo recalca dos puntos:
1. El rey debe ir constantemente acompañado por un Sefer Torá para tenerlo a mano en cualquier momento libre. Cuando está libre de los asuntos del estado, está obligado a estudiarlo. Por ende, el rey como estudioso de la Torá y observante de mitzvot, será un líder justo y buen ejemplo para sus subditos.
¿Por qué fue Shaul elegido para ser el primer rey judío?
Entre otras buenas cualidades, era extremadamente modesto. Por ello, cuando Shaul y su sirviente se habían ausentado de su hogar durante un largo tiempo, en busca de la burra de su padre, Shaul mencionó, "Mi padre se preocupara por nosotros" colocando al sirviente al mismo nivel que el propio.
Con auténtica modestia, Shaul no se consideró merecedor de ser designado rey y por ello se ocultó.
Sin embargo, al acostumbrarse a su posición real, Shaul cambió. Se volvió altanero y, cuando escuchó que David lo sucedería, lo persiguió y a todos los que lo asistieron, por el orgullo de Shaul, D-s terminó con su reino después de solo dos años.
David, por el otro lado, siguió siendo humilde aun cuando estaba rodeado de riqueza y gloria. Se dijo a sí mismo, "Mi corazón está hueco (humilde) dentro de mí" (Tehilim 109:22) y "Hashem, mi corazón no está ensoberbecido, ni mis ojos son arrogantes" (ibid. 131:1). El temor a D-s siempre lo acompañaba.
La Torá destaca que es vital que el rey sea un tzadik, libre de pecado y que su corazón no se aparte de Hashem, pues el corazón del rey es la inspiración del espíritu nacional.
La Tribu designada para el reino eterno es la de Iehudá. Si bien se suspendió el reino de Iehudá mientras estemos en exilio, D-s prometió que El lo restaurará en el futuro a través del Mashiaj, el descendiente de Iehudá.
Rambam escribe: Si surge de la casa de David un rey que se ocupe de la Torá y de las mitzvot - tanto de la Torá Escrita como la Oral - como su antepasado David y quien restaure el cumplimiento de la Torá en el pueblo judío, podemos suponer que es el Mashiaj.
Si logra reconstruir el Beit Hamikdash y congregar a los exiliados, seguramente es el Mashiaj. El Mashiaj logrará que todo el mundo vuelva a transitar el camino de la verdad y causará que todas las naciones sirvan a Hashem en armonía.
De tora.org
Establecer Tribunales en cada ciudad de Eretz Israel
Moshé explicó: "Es obligación del Gran Sanhedrín asegurar que funcione una corte judicial en cada ciudad de Eretz Israel como en las ciudades fuera de la Tierra, donde residas". En el tiempo del Beit Hamikdash funcionaba en la Tierra Prometida el siguiente sistema judicial:
-
 Cualquier pueblo con menos de 120 residentes tenía un Beit Din(corte judicial de tres jueces). Estos jueces tenían competencia para decidir sobre disputas financieras, pero no sobre casos relativos a la vida y a la muerte.
-
 Todos los pueblos con por lo menos 120 residentes tenían un "Pequeño Sanhedrín" - es decir, una corte compuesta por veintitres jueces con poderes para dictaminar veredictos capitales.
En el área del Monte del Templo había tres cortes judiciales:
1. Un Beit Din de veintitres jueces a la entrada del Monte del Templo.
2. Un Beit Din de veintitres jueces a la entrada de la azará (antesala delBeit Hamikdash).
3. El Gran Sanhedrín, integrado por setenta y un jueces, incluyendo alnasí (presidente) quienes se reunían diariamente en una sala del Beit Hamikdash.

Los jueces eran apoyados por shotrim/policías, quienes ejecutaban las decisiones de los jueces.
Un candidato al puesto de juez era evaluado en profundidad en tres áreas: Conocimientos de Torá, inteligencia y capacidad para juzgar. Si pasaba dicha prueba y tenía todos los demás atributos necesarios entonces un talmid jajam (erudito), quien ya había sido ordenado por una autoridad anterior decía: "Tu eres ordenado juez" (semijá).

Todos nuestros grandes líderes estaban profundamente preocupados por instaurar la justicia:
-
 En su juventud, Moshé reprochó a un judío que había intentado golpear a su compañero, "¿Por qué estás a punto de pegarle a tu compañero?"
Como Moshé fue obligado a escapar de Egipto por haberle pegado a un criminal egipcio, D-s compensó su amor por la justicia nombrándolo más tarde líder del Sanhedrín.
-
 "Y David administraba justicia y tzedaká para con su pueblo" (II Samuel 8:15).
David era el líder del Sanhedrín y su general Ioav, el jefe de policía, quien ponía en vigor las decisiones de la corte de David.
¿Qué implica el versículo cuando dice que David hacía "tzedaká" así como justicia?
Según una opinión, cuando un veredicto implicaba la imposición de una multa a un pobre, David ordenaba: "Reembolsale de mis fondos personales". Así, David, distribuía caridad al pobre que había perdido su causa ante la corte de David.
Sin embargo, David tenía miedo que los hombres deshonestos sacaran ventaja de su generosidad y por ello rezaba, "He obrado con justicia y rectitud. No me dejes a merced de mis opresores" - Hashem, no permitas que dos partes disputen en un juicio, a fin de dividir el dinero que remito a los pobres (Tehilim 119:121).

- Después que el rey justo Iehoshafat había fortalecido su reino, se concentró en establecer la justicia:
"Y designó jueces en todas las ciudades fortificadas de Iehudá, ciudad por ciudad, en la Tierra y le dijo a los jueces: "Considerad lo que hacéis, porque no juzgáis por parte de un hombre, sino por parte de D-s, Quien está con vosotros cuando impartís justicia (y sabe cuando tu intención es juzgar fielmente o traicionar a la justicia). Sea el temor de Hashem sobre vosotros; tened cuidado (cuando impartís justicia), porque no hay iniquidad en nuestro D-s, ni aceptación de personas, ni admisión de cohechos"" (II Divrei Haiamim 19:5-7).
Un juez debería imaginar que una espada está suspendida sobre él y elGuehinom está bajo él. Si su intención es la de juzgar fielmente, se salva de ambos, sino, es castigado por ambos.

Sin embargo, si el juez está decidido a juzgar fielmente, no debe temer de emitir un veredicto equivocado porque no posee todos los datos del caso; sólo es responsable por la información presentada ante él.
La Torá advierte al juez que no debe aceptar sobornos, aun con la intención de juzgar fielmente.

Juzgar fielmente significa que no este motivado por el honor, el dinero u otras consideraciones personales; que no favorezca a uno de los litigantes ni le tema.
Un esclavo del Rey Ianai cometió un crimen.
Rabí Shimón ben Shataj, el presidente del Gran Sanhedrín, ordenó que el caso fuera juzgado por el Sanhedrín.
"No solo convoquen al esclavo, sino al Rey Ianai también" ordenó. "Como propietario del esclavo, debe escuchar el testimonio".
El rey Ianai aceptó la invitación y apareció en la corte, pero de forma tal que clara y descaradamente advertía a los jueces de no condenar a su esclavo.
Ingresó con todo el esplendor real y se sentó en presencia de los jueces.
"Ponte de pie, Ianai" lo amonestó Rabí Shimón ben Shataj "y escucha el testimonio de pie. No estás parado ante nosotros sino ante El, Quien creó el universo".
"Tú eres solamente un individuo y tus palabras no son decisivas" contestó el rey en forma insolente. "Deja que toda la corte decida si debo estar de pie. ¿Qué opinan los otros miembros?"
Rabí Shimón ben Shataj giró hacia su derecha solo para encontrar a sus colegas mirando fijo el piso en silencio. No se atrevieron a desobedecer al rey. Luego se volvió hacia los jueces a su izquierda, pero ninguno tenía el coraje para ordenarle al rey que se pusiera de pie.
Rabí Shimón ben Shataj censuró a los jueces, "Es evidente por vuestra conducta que nunca pensaron juzgarlo justamente. Ustedes enviaron por Ianai, presumiendo que los testigos quedarían amedrentados por su presencia y que su esclavo quedaría libre. Como ustedes están llenos de pensamientos malos, que sea El Quien conoce los pensamientos del hombre Quien los juzgue".
Ante estas palabras el ángel Gabriel apareció, derribó a los jueces y murieron.

Su castigo fue tan severo precisamente porque el juicio justo es uno de los pilares de la civilización.
Obedecer los dictámenes del Gran Sanhedrín y de los Sabios de la Torá de todas las generaciones
El Gran Sanhedrín de setenta y un jueces era la máxima autoridad para decidir cualquier cuestión sobre leyes judías.
Sus decisiones eran aprobadas por votación de los jueces. Lo que dictaminaba la mayoría era definitivo y obligaba a cada judío en forma absoluta, aunque personalmente aprobara o no esta decisión.
La Torá nos advierte, "No te apartes de lo que ellos (los jueces del Gran Sanhedrín) te digan, ni a diestra ni a siniestra".
Pueden estar convencidos que han llegado a una conclusión incorrecta (que lo que alegan que es "diestra" es en realidad "siniestra", o vice-versa), igualmente deben obedecer. Por lo tanto, no deben decir, "¿Cómo puedo comer esta comida, que permitían, cuando claramente sé que está prohibida?"

Raban Gamliel, quien presidió el Gran Sanhedrín en Iavne después de la destrucción del Segundo Beit Hamikdash, fijó una vez el día de Rosh Jodesh Tishri según el testimonio de dos testigos quienes había observado la nueva luna. El Sabio, Rabí Iehoshua invalidó sus testimonios y ese Rosh Jodesh se debía fijar un día más tarde. Por lo tanto, según la opinión de Rabí Iehoshua, Iom Kipur (el diez de Tishri) quedaría postergado un día también.
Rabí Gamliel envió un mensaje a Rabí Iehoshua: "Te ordeno que vengas ante mí con tu bastón y tu bolsa el día por tí estipulado para Iom Kipur (para demostrar en público al profanar tu Iom Kipur que te sometes a la autoridad del Sanhedrín).
Rabí Iehoshua estaba muy angustiado cuando recibió esta convocatoria. Sin embargo, Rabí Akivá lo consoló, explicándole que Rabí Iehoshua no incurriría en ningún pecado al transportar en "su" Iom Kipur; todo lo contrario, sería recompensado por obedecer al Sanhedrín.
El día que según sus cálculos era Iom Kipur, Rabí Iehoshua fue con su bastón y bolsa y apareció ante el jefe del Sanhedrín en Iavne.
Rabí Gamliel se puso de pie, lo besó en la cabeza y exclamó, "Paz contigo, mi amo y estudiante - mi amo en conocimientos de Torá y mi estudiante por haber obedecido mis órdenes".

El Amo del Universo nos ordenó someternos a la autoridad máxima de los líderes de la Torá para preservar la unidad de la Torá. Si cada judío interpretara la Torá y aplicara las mitzvot desde su punto de vista, se produciría una total desintegración de la Torá y consecuentemente una disolución de la nación.
¿Por qué pronunciamos la bendición "...Bendito sea El, Quien nos santificó con Sus mitzvot y nos ordenó..."cuando encendemos las velas de Januca y el cumplimiento de otras mitzvot que no se encuentran en la Torá, pero que fueron instituidas por los Sabios en su lugar?
Porque de ese modo cumplimos con el mandamiento de escuchar al Sanhedrín, como dice, "No te desviarás del tema que ellos (los Sabios) te indiquen a diestra y siniestra" (17:11).
La Torá nos advierte que debemos acatar el decreto de los Sabios como parte de nuestra observancia de la Torá.

No preguntar el futuro a adivinos
Los Canaanim estaban empapados de las siguientes prácticas paganas:
1. Pasar niños por el fuego de Molej. (Ya sea mediante la destrucción de los niños o solamente mediante el pase de los mismos entre dos fuegos). La Torá enumera este rito primero por ser el más cruel.
2. "Consultando el futuro" o realizando actos para presagiar el mismo.

Nevujadnetzar, rey de Babel, estaba parado en el cruce de caminos y no se decidía si enviar su ejército contra Amón o contra Eretz Israel.
Entonces "adivinó el futuro" mediante diversos métodos mágicos: Disparó flechas al aire para ver si aterrizaban a su derecha - en dirección a Ierushalaim, o a su izquierda - hacia Rabá, la capital de Amón. Además, consultó a los terafim (imágenes que presagiaban el futuro) y adivinaba estudiando un hígado (un arte que manejaban los gentiles).
Nevujadnetzar adivinó el futuro cuarenta y nueve veces, siempre con el mismo resultado: las señales indicaban Eretz Israel invariablemente.
Entonces, Nevujadnetzar envió a sus tropas a Ierushalaim. En efecto, D-s había decidido que la ciudad cayera en sus manos porque los judíos habían pecado.

3. Declarando que los tiempos fuesen buenos o malos para determinadas empresas.
4. Especulando acerca del futuro mediante la interpretación de ciertos acontecimientos y actuando acorde a los mismos.
5. Kishuf representa todo tipo de magia negra, se practicaba en el mundo antiguo.
6. Atrayendo reptiles u otros grandes animales mediante la magia.
7. Necromancia: reanimar una persona muerta, cuya voz parece emanar debajo de la axila u otra parte del cuerpo del hechicero.
8. Colocando un hueso de animal llamado Ido en la boca y haciendo que el hueso hable.
9. Tipos de necromancia: Consultar una calavera o persona muerta, pernoctar en cementerios para comunicarse con los espíritus de los muertos.
Todos estos ritos realizados con el espíritu de tuma (impureza). D-s aborrece tanto esta práctica, que expulsó a las naciones gentiles deEretz Canaan por ello.

Cuando Rabí Elazar estudió el versículo que enumera los cultos Canaanitas, solía comentar: "¡Qué vergüenza! Si el espíritu de tumaestá con los gentiles quienes se vinculan con tuma, el ruaj hakodesh(espíritu Divino) seguramente está con quien se aferra a la Shejiná(Divinidad). ¿Entonces, por qué imploramos a D-s y El no nos contesta? Nuestros pecados nos alejan de la Shejiná".
La Torá nos asegura que no necesitamos consultar a adivinos respecto de nuestro destino, porque podemos confiar que D-s lo ha preparado de la mejor manera posible.
Sin embargo, en tiempos antiguos, si un judío deseaba averiguar acerca de su futuro podía consultar a un profeta de Hashem.

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