Una vez, el Satán puso su ojo sobre Matyá ben Jarash, quien era un gran tzadik, y se dijo a sà mismo: "¿Es posible que este hombre no peque?" Entonces, el Satán fue y le preguntó a D's: "¿Cómo consideras a Matyá ben Jarash?" Y D's le respondió: "Es un verdadero tzadik." El Satán le dijo a D's: "PermÃteme ponerlo a prueba." D's le respondió: "Ve y ponlo a prueba."
El Satán se apareció frente al tzadik bajo la apariencia de una hermosa mujer, de una belleza sin igual. Cuando el tzadik la vio, enseguida se dio vuelta. La mujer de inmediato se dirigió hacia el lado en que el tzadik habÃa volteado su rostro, y este volvió a darse vuelta. Entonces, el tzadik dijo: "Temo que el Yetzer Hará (la Inclinación del Mal) se apodere de mà y me haga caer en el pecado". ¿Qué hizo el tzadik? Llamó a un alumno que estaba con él y le ordenó que trajera fuego y clavos. El alumno le trajo los clavos y el tzadik los arrojó al fuego, y luego los incrustó en sus ojos, y se quedó ciego. Cuando el Satán vio esto, tembló y se retiró.
En ese momento, el Santo Bendito sea llamó al ángel Rafael, cuya misión es curar, y le dijo: "Ve y cura a Rabà Matyá ben Jarash". Entonces, el ángel Rafael se apareció frente a Rabà Matyá ben Jarash, quien le preguntó: "¿Quién eres?", y el ángel respondió: "Soy el ángel Rafael. Vine porque D's me mandó para curarte los ojos". Rabà Matyá ben Jarash le respondió: "Déjame solo. Lo hecho, hecho está". Rafael se dirigió ante el Santo Bendito sea y le dijo: "Amo del Universo, asà habló Matyá". D's le dijo a Rafael: "Vuelve a él y dile que Yo personalmente le garantizo que el Yetzer Hará no tendrá poder sobre él". Entonces, Rafael fue de inmediato y curó a Rabà Matyá ben Jarash. De aquÃ, nuestros Sabios enseñan: "Todos los hombres que se cuidan de no mirar mujeres, el Yetzer Hará no tiene poder sobre ellos."
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