Baraita de Rabi Ishmael
La Baraita de Rabí Ishmael
La Beraita de Rabí Ishmael
figura en la introducción al Sifrá (el Midrash halájico del Libro de
Vaikrá). Define 13 Principios (Midot) para la interpretación halájica
del texto de la Torá.
Estos principios se aplican
frecuentemente en el Talmud para deducir y explicar las fuentes de las
distintas leyes en el texto de la Torá. Estas 13 Midot son parte
integral de la Tradición Oral.
1) Kal vaJomer – Deducción de una ley "de menor a mayor y de mayor a menor"
Un
ejemplo de este principio encontramos en las palabras de Moisés a D's:
"Si los hijos de Israel no me escucharon, por qué habría de escucharme
el Faraón?" (Exodo 6,12).
Rashí (Rabí Shlomó ben Isaac,
1040-1105) el tradicional comentarista de la Torá, dice que se trata de
uno de los diez casos de Kal vaJomer que figuran en el texto de la Torá.
El
mismo principio se aplica en el caso opuesto. Si en una situación más
grave la Torá demuestra una cierta benevolencia, podemos deducir que esa
misma benevolencia se aplicaría con certeza en un caso menos grave.
2)
Guezerá Shavá – Consiste en hallar "similitud de palabras o frases en
dos textos distintos de la Torá". Cuando se encuentra en la Torá, en dos
casos separados, una palabra o expresión idéntica o similar en dos
versículos de diferentes contextos se deduce que hay una analogía y cada
uno de los casos complementa al otro.
Un ejemplo de la
aplicación de este principio se encuentra en la ley que prohibe el
arrancarse los cabellos en señal de duelo, tal como hacían los paganos
de la época.
En otro lado existe una prohibición similar
en referencia a los Cohanim. En ambos casos se usa la palabra "Karja"
("haciendo calvicie"). La expresión de "acuerdo con la tradición"
muestra un caso donde debe aplicarse el principio de Guezerá Shavá para
deducir que de la misma manera que en el caso de los Cohanim la
prohibición se refiere a cualquier parte de la cabeza, lo que también
ocurre en el caso de los judíos comunes.
En el caso de
estos últimos la prohibición se refiere al duelo por los muertos, igual
que en el caso de los Cohanim. Se subraya "de acuerdo con la tradición"
porque este principio (al igual que los otros) no puede usarse
libremente, sino tan sólo en los casos y en la forma como ha sido
transmitido por la tradición.
3) Deducción "establecer un
precedente": Se entiende como establecer una regla general que pueda
extenderse a casos similares. Por ejemplo, la Torá permite la
preparación de comida en la Festividad de Pesaj (Exodo 12:16), ya que
Pesaj es el primero de todos los Jaguim (festividades) y sirve como
precedente para todos los demás Jaguim en lo que respecta a la
posibilidad de preparar comida.
Dicho principio debe
basarse en un texto o en dos textos distintos. Como ejemplo de esto
último puede citarse la ley referente a los defectos o deformidades. La
definición de defectos físicos se deriva de dos textos en la Torá, uno
que trata de los defectos en los humanos, por el cual se descalificaba a
un Cohén para prestar servicio en el Bet Hamikdash (Levítico 21:20) y
el otro especificando defectos en los animales, los cuales los
descalificaban para ser objeto de los sacrificios (Levítico 22:22). Los
textos se toman en conjunto para determinar que es lo que constituye un
defecto en cualquier caso en que la palabra "defecto" sea mencionada en
la Torá, ya sea con respecto a un animal o a una persona.
4)
Deducción "regla general seguida de una particular (o varias
particulares)": En este caso, la regla general está calificada y
limitada a las particulares y nada más, por ejemplo, está escrito:
"Cuando cualquiera de vuestros hombres traiga un sacrificio para D's de
una bestia, ganado u ovejas" (Levítico 1:2). "Bestia" es un término
general que puede también incluir animales salvajes kasher.
Pero
este término generalizado está seguido de particulares específicos, o
sea "ganado" u "ovejas", y por lo tanto queda limitado solamente a
éstos. De esta manera quedan excluidos los animales salvajes y éstos no
pueden ofrecerse como sacrificio.
5) Deducción "término particular seguido de uno general":
En
este caso, el término general determina qué es lo que debe incluirse.
Un ejemplo de este principio puede encontrarse en la ley que determina
la devolución de objetos perdidos. Esta escrito: "Y así lo harás con su
asno y sus ropas" (Deuteronomio 22:23). Estas son categorías específicas
que harían dejar de lado cualquier otra. Sin embargo, el texto
continúa: "Y así lo harás con cualquier objeto perdido de tu prójimo",
lo cual es una generalización haciendo que sea un mandamiento el
devolver cualquier objeto perdido que pueda ser identificado por su
dueño.
6) Deducción "termino general seguido de
particulares, seguido nuevamente de un término general": Aquí los
particulares especificados en el texto no son excluyentes (como en el
ítem 4), sino que son considerados como términos "colectivos",
incluyendo cualquier cosa que tenga características similares y
excluyendo todas aquellas cosas que no tienen esas características. Uno
de estos casos es la ley de custodia o de depósito. Está escrito en la
Torá: "Si un hombre le entrega a su amigo dinero o utensilios para que
los guarde..." (Exodo 22:8). La oración comienza con una proposición
general (si un hombre le entrega a un amigo), luego continúa con
particulares (dinero o utensilios), y vuelve a un término general (para
que los guarde). Aplicando el principio antes mencionado, la deducción
es que no solamente el dinero y los utensilios están abarcados por esta
ley, sino también todos aquellos artículos que tienen las
características de dinero y los utensilios, a saber: a) los que tienen
valor intrínseco, y b) son movibles. De esta manera, la ley no abarca
cosas tales como un campo, porque es inamovible, ni una nota de crédito,
porque no tiene "valor propio", excepto la del papel donde está
escrita.
7) Deducción "una regla general que
requiera un término particular para explicarla" y opuestamente "un
término particular que requiera una regla general para que lo complete":
Un
ejemplo de la aplicación de este principio se encuentra en la ley
concerniente a la consagración del primogénito. Está escrito en la Torá:
"Santificad para Mi a todos los primogénitos" (Exodo 13:8). Esta es una
proposición general, la cual por sí sola, también incluiría a una
primera hija. Pero en otro lugar la Torá especifíca: "masculino
solamente". El interrogante sigue en pie. Quizá lo que se quiere
significar es el primero de todos los bebés del sexo masculino, aunque
éste haya sido precedido por un bebé del sexo femenino. Por eso el texto
explica aún más: "aquel que abre el útero" (Exodo 13:2). Debe realmente
ser el primer hijo en nacer, aquel que no le sigue a nadie. Aún podría
preguntarse; el texto se refiere al primer bebé nacido de manera
natural, o también aquél nacido por medio de una operación cesárea?
Es
aquí que texto aclara las dudas insistiendo en que se trate de un
primogénito (Bejor) nacido de parto natural. De esta manera, el término
general "primogénito" se explica mediante las definiciones específicas
para indicar que solamente un primogénito que tenga las tres condiciones
siguientes, puede ser consagrado: a) sexo masculino; b) nacido de
manera natural; y c) el primer niño de la madre. El cumplimiento de
estas condiciones califica a un primogénito como verdadero en su
condición (Berajot 19a).
Deducción "cuando un
tema que ya ha sido incluido en una proposición general es luego
mencionado en forma separada, para dar algún tipo de información nueva,
esto no significa que se trata de una circunstancia aislada, sino que se
está tratando de clarificar también la prohibición general": Un ejemplo
de la aplicación de este principio se encuentra en la ley concerniente a
la prohibición de trabajar en Shabat. Está escrito en la Torá: "No
trabajarás (en Shabat)" (Exodo 20:10). Más adelante está escrito: "No
encenderás el fuego en el día de Shabat" (Exodo 35:3).
El
encender el fuego está ya incluido en la prohibición general de
trabajar, la cual cubre 39 categorías de trabajo que fueron realizadas
durante la construcción del Santuario, tal como lo transmite la
tradición. Por qué entonces se menciona por separado el encendido del
fuego? La respuesta es: Para establecer una regla que se aplique tanto a
sí misma como a todas las otras categorías de trabajo incluidas en la
prohibición general, es decir, de la misma manera que el encender el
fuego es una de las principales categorías de trabajo prohibido durante
el Shabat, que hace que el que la transgreda se vea obligado a traer una
ofrenda en forma "separada" exclusiva para esa categoría, inclusive
cuando transgredió también otro tipo de trabajo.
De la
misma manera cualquiera de las 39 categorías principales está sujeta a
obligaciones en forma separada. Sobre la base de este principio, la ley
explica que cuando una persona realiza dos o más de las mencionadas 39
categorías de trabajo en Shabat, olvidando que fueron prohibidas, debe
traer una ofrenda de expiación por el pecado para cada una y tantas como
trabajos haya realizado.
9) Deducción "cuando un tema que
ya ha sido incluido en una regla general es omitido (mencionado
separadamente) para especificar un determinado punto que también está
incluido en la regla, esta excepción está destinada a aliviar y no a
agravar ese caso en particular": Un ejemplo de la aplicación de este
principio puede encontrarse en la ley concerniente a "Negaím" (manchas o
síntomas de tzaraát - lepra). La Torá comienza con una regla general
acerca de las manchas de la piel (Levítico 13:2) especificando tres
síntomas agudos, de los cuales los dos primeros son señal de Tumáh
(impureza) que indican que la persona está realmente afectada por la
lepra.
Estos síntomas son: a) cabellos blancos dentro de
la mancha de la piel b) carne viva (herida abierta) en la piel
inflamada; y c) síntoma permanente, es decir, si no se ha producido
ningún cambio en la mancha cutánea durante la primera semana de
aislamiento, entonces es necesaria una segunda semana de aislamiento
después de la cual, si los síntomas remiten, la persona puede ser
declarada "tahor" (pura).
Al mismo tiempo la Torá
especifica un síntoma "favorable" que es la decoloración blancuzca de
toda la piel (Levítico13:12-13). Esta regla general en la Torá está
seguida por dos tipos de manchas cutáneas muy particulares: a) una que
se ha convertido en una pústula que se había curado; y b) una que se ha
convertido en una mancha de la piel que tenía una quemadura de fuego.
En
cada uno de estos dos casos se menciona tan sólo un síntoma grave y es
el hecho de que los cabellos se blanqueen. De acuerdo con el principio
mencionado, por lo tanto, podemos decir que la intención de cada una de
estas dos excepciones es aliviar el caso y no agravarlo, es decir, en
estos casos aplicamos la regla del síntoma favorable (blancura de toda
la piel) pero no así la regla de los síntomas agudos (carne viva y
síntoma persistente), excepto el síntoma del cabello volviéndose blanco.
10)
Deducción "cuando un tema que ya ha sido incluido en una regla general
es exceptuado para especificar un determinado punto no cubierto por la
regla general, la excepción tiende a aliviar en algunos aspectos y a
agravar en otros": Un ejemplo de la aplicación de este principio se
encuentra en relación con la ley de negaím (manchas) cuando afectan la
cabeza o la barba (Levítico 13:29). Sin embargo, aquí la Torá introduce
un nuevo síntoma que no había sido incluido anteriormente en la regla
general y que es el cabello "amarillo" como señal de tumáh (Levítico
13:30). Por lo tanto y de acuerdo con este principio, la Torá indica que
el propósito de la excepción es aplicarle la gravedad del cabello
amarillo como señal de tumá, mientras se le otorga la condición de
benigno al cabello blanco, el cual no es una señal de tumá en este caso
(aunque el cabello blanco es un síntoma de tumá en las afección de la
piel - tzaraát - lepra, mencionada en el punto 9).
11)
Deducción "un tema ya incluido en una regla general y luego exceptuado
para poder tratar un asunto nuevo, no puede volver a incluirse en la
regla general, a menos que el texto lo haga expresamente":
Como
ejemplo tenemos que un "metzorá" (leproso) habiendo sido limpiado de su
lepra, tenía que traer ciertos sacrificios como expiación, entre ellos
un cordero macho como ofrenda de culpa (asham). Una de las razones por
la que se requería una expiación era el hecho de que el haber sido
afectado por la plaga se debía a un castigo por "Lashón hará" (lengua
maligna y difamación), dos cosas que traen como consecuencia el
aislamiento de las personas entre sí. Por lo tanto había sido afectado
por la plaga y aislado de la comunidad, para que durante su aislamiento y
aflicción pudiera pensar y arrepentirse. La Torá declara que este
cordero macho debía ser sacrificado en el mismo lugar donde se hacían
las ofrendas por pecado y se quemaba todo en la esquina norte del altar.
El texto continúa diciendo: "porque así como es la ofrenda de pecado,
así es la ofrenda de culpa". Ahora bien, esta regla general ya ha sido
mencionada una vez. Sin embargo, se hacía necesario el volver a
mencionarla porque el caso de la ofrenda por culpa del leproso estaba
exceptuado de la regla general por medio de la introducción de una nueva
ley accesoria especial para este caso, la cual consistía en frotar con
sangre del sacrificio la oreja y el pulgar, además del pulgar del pie
derecho del leproso curado (Levítico 14:14). Esta era una ceremonia no
necesaria en el caso de una ofrenda usual por culpa. Por lo tanto,
podría pensarse que la excepción pudiera aplicarse también a otros
aspectos, como por ejemplo, quemar la grasa sobre el altar. De allí que
se incluye este caso particular en su categoría original o regla
general.
12) Deducción "un tema que se deduzca de su
contexto o del texto subsiguiente": Por ejemplo, uno de los Diez
Mandamientos es: "No robarás".
Los Sabios declaran que
esto se refiere a robar (secuestrar) a un ser humano, lo cual es
castigado con la pena de muerte. Deducen esto por el hecho de que este
"robo" aparece en el mismo contexto con "No asesinarás", cosa que la
Torá (en otro lugar) determina como un crimen castigado con la muerte.
Por
otro lado, el texto: "No robarás, ni tampoco tratarás falsamente...",
se refiere al robo de dinero o valores, lo cual no está sujeto a la pena
de muerte. Un ejemplo de la aplicación de la segunda parte de este
principio se encuentra en la ley concerniente a la plaga dentro de una
casa. Está escrito:"Cuando lleguéis a la tierra de Canaán... y yo ponga
una plaga de lepra en una casa, en la tierra que os pertenece" (Levítico
14:34). La Torá no especifica en este texto qué clase de casa, una de
madera o de ladrillo. Más adelante, sin embargo, se hace referencia a
los materiales de la casa afectada, el texto menciona específicamente:
"sus piedras, maderamen y mezcla". De esta manera, el texto ha
especificado más adelante qué tipo de casa está sujeta a esta ley.
13) Deducción "cuando dos textos se contradicen, sólo pueden entenderse por intermedio de un tercero que los reconcilia":
Por ejemplo, respecto a la forma en que Moisés recibía la voz divina durante la travesía del pueblo de Israel en el desierto.
1-
Está escrito en Exodo 25:22: "Y te hablaré a ti (Moshé) desde lo alto
del "Kaporet". Kaporet era la cobertura de oro del Arca del Testimonio
en el Kodesh HaKodashim (Sancta Sanctorum).
2- Por otro
lado, el texto en Levítico 1:1 dice: "Y D's le habló desde la tienda del
encuentro". La tienda del encuentro (Ohel moed) era el Santuario en
general.
En principio, los dos versículos parecen contradecirse. Sin embargo, los dos textos están reconciliados por un tercero:
3-
"Y cuando Moshé entró a la tienda del encuentro... escuchó la Voz que
le hablaba desde arriba de la cobertura del Arca (Kaporet) la cual
estaba encima del Arca del Testimonio, entre los dos Kerubim; y El le
habló" (Números 7:89).
O sea, a Moisés se le habló en el
Ohel Moed, pero la Voz llegó hasta él desde arriba, desde el Kaporet por
entre los dos Kerubim (Formas de ángeles situados sobre el Arca del
Testimonio).
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