¿Nuestros rezos fueron en vano?
Tishá B'Av llegó temprano este año. Todo el
pueblo judÃo está de duelo; un duelo tan profundo como lo elevada que era
nuestra esperanza, tan oscuro como lo brillantes que eran nuestras
plegarias.
La palabra en hebreo para
'rezo', lehitpalel, es un verbo reflexivo, lo cual indica que uno
está actuando sobre uno mismo. Mediante los rezos no cambiamos a Dios,
sino que nos cambiamos a nosotros mismos.
No hay duda de que después de 18 dÃas de
rezos, buenas acciones y una radiante unidad que no se habÃa logrado en
años, el pueblo judÃo es más grande de lo que era antes de aquella
fatÃdica noche. Hemos cambiado. Nos hemos transformado de una tribu que
reñÃa a una familia unida. Por 18 dÃas, nuestros corazones latieron al
unÃsono. Nuestras plegarias no fueron una apelación que fue rechazada,
sino que fueron una fuerza de amor tan ardiente que derritió las murallas
de hierro que nos separaban, un viento de anhelo tan fuerte que voló las
máscaras que camuflaban nuestros verdaderos yo.
Tishá B'Av llegó temprano este año. Es un tiempo para llorar y para
estar de duelo. Pero si tan sólo podemos aferrarnos a la unidad que
logramos en estos 18 dÃas, entonces la redención vendrá en su mérito
Sara Yoheved Rigler
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