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 Escribe el Midrash Pirke de Rabí Eliezer, que cuando ocurrió el episodio del becerro de oro en el desierto, Aharon exhortó a los hombres diciéndoles "Traed los zarcillos de oro de las narices y orejas de vuestras mujeres e hijos", para derretirlos y fabricar el becerro de oro. Sin embargo las mujeres se opusieron a entregar sus joyas para la construcción del becerro pues no compartían la idea idólatra de los hombres. Por ello D-os las premió otorgándoles un día festivo que no tienen los hombres, Rosh Hodesh. Rabí Yehuda, hermano del Tur (autor de la obra Zjron Yehuda) agrega que las festividades de la Torá, Pesaj, Shabuot y sucot, se instituyeron en honor a los padres de la nación hebrea, es decir Abraham, Itzjak y Yaacob y Rosh Hodesh en honor a las doce tribus de Israel, sin embargo perdieron este honor en el desierto al construir el becerro de oro, pero las mujeres que no participaron en dicha actitud idólatra conservaron el privilegio de estas doce festividades adicionales

halaja yomit