Judio de Izquierda

El Judío de Izquierda
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La esencia del judío de izquierda es comparar judíos con nazis.
Apenas un judío habla de eliminar al enemigo árabe, el izquierdista grita "¡igual que Hitler!".
El judío de izquierda no ve un problema en echar hermanos de sus hogares, pero sí en exiliar árabes.
El judío de izquierda, influenciado por la cultura hippie, tiene una confusión importante en su forma de entender la ética. El solo abrir la boca para comparar un llamado moral a vengar la muerte de judíos con lo que tenía en mente un nazi, muestra más alla de toda duda cuánto él no sabe delinear, diferenciar, dividir, entre culturas como la judía que buscan que se haga justicia y culturas enfermizas como la árabe en la que se corta el cuello de bebés mientras duermen.
La confusión en temas de valores que tiene el judío de izquierda es tan grande que se estremece al escuchar que se llama terroristas a los árabes y no puede aguantarse de decir "no todos los árabes", mientras la sangre todavia gotea del cuchillo del enemigo musulmán.
El síndrome del judío de izquierda es el síndrome de Cain, el síndrome de matar al hermano por envidia, por ver a su hermano feliz y relajado ante su Dios y su conciencia, y ver a su Dios contento con él. No sorprende entonces, que el judío de izquierda también tenga repulsión al concepto de un Dios, como Nietzche que lo odiaba y envidiaba.

¡SIN EMBARGO!

El judío se siente atraído por tales aberraciones filosóficas porque es bueno, porque tiene un alma piadosa y compasiva y conoce mejor que nadie lo que es sufrir.
El recuerdo de su dolor, el dolor del pueblo judío, que sufrió lo que ningún pueblo sufrió, lo apuñala cada vez que ve a alguien sufrir, incluso si es su enemigo hace ya cien años, y masacró parientes suyos.
Así de suave y tersa es el alma judía.
Por eso, no debemos odiar al judío de izquierda, sino ver lo que está atras de su fachada, y entender que su confusión es causada por su infinita bondad.
La compasión anula el odio.

¡PERO A NO OLVIDAR!

No debemos tener compasión sino con nuestros hermanos judíos y con los no judíos éticos. Con nuestro enemigo, el musulmán, el caníbal sediento de sangre, tener compasión es un pecado.

Rab Ariel