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EL Enojo es una emoción común a todos, pero es desencadenado por la percepción de algo que ocurre. En última instancia, el enojo es resultado de la elección de una persona. Elegimos reaccionar con enojo, pese a que podamos alegar que “perdimos el control”.
El enojo sirve para provocar un cortocircuito de la comunicación en nuestras relaciones. Bloquea nuestra capacidad de dar o recibir calidez y amistad. También disminuye nuestro sentimiento de autoestima y nos hace sentir alejados y enajenados de D-os.
¡Pero podemos cambiar! Vemos esto de la porción del Tanaj que constituye la lectura de la haftará requerida en Rosh Jodesh. Cuando el Rey Shaul creyó que tenía que protegerse de David, se enojó hasta el punto que muchas veces intentó Matar a David. D´s siguió interponiéndose y frustrando sus esfuerzos.
Ionatan, hijo de Shaul, que era un gran erudito de la Torá y un guerrero valiente, admiraba el magnifico carácter y las aptitudes de David. Trató de rescatar a David de su padre y lo instó a que se escondiera hasta después del banquete de Rosh Jodesh, en el cual Ionatan Evaluaria los sentimientos de su padre respecto a David (Shemuel 1;20-31).
Ioanatan planeó esperar hasta Rosh Jodesh porque la celebración de la luna nueva es un momento para la renovación, un momento para arrepentirnos de las malas acciones cometidas y comenzar el nuevo mes con teshuvá (arrepentimiento) y auto-superacion. Ionatan esperó que su padre, de ese modo, se diera cuenta del error y lamentara su enojo hacia David. Leemos esta Haftará antes de Rosh jodesh para recordarnos que es tiempo de reconsiderar y arrepentirse, a fin de comenzar el nuevo mes como una nueva persona (Rab Shimon Schwab, zt”l)
Extraido del libro controle su enojo.

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